Arian Valentin

*MINIBIO

Arian Valentín tiene 25 años, lo llaman “Arianchito” es oriundo de Bariloche, actualmente vive en La Plata y estudió cine por un tiempo. Sus hobbies son la acrobacia aérea y el hacer música. De chico en su casa había alguna cámara dando vueltas porque su papá es fotógrafo y así naturalmente fue como se acercó por primera vez a una cámara.

“Solía robarle las cámaras a mi viejo y las usaba para retratar cosas de la cotidianidad. No sé, cosas que le llamaran la atención a un niño. Juguetes, mamá, papá, la guitarra o el bajo de mí hermano.”
Arian Valentín, Fotografo

Solía robarle las cámaras a mi viejo y las usaba para retratar cosas de la cotidianidad. No sé, cosas que le llamaran la atención a un niño. Juguetes, mamá, papá, la guitarra o el bajo de mí hermano. Nunca tuve una formación "profesional", creo que usé cámaras hasta los 16 sin entender qué hacía cada botón, jej. Después perdí un poco el orgullo y le pregunté a mi viejo, que me explicó cómo pudo pero fue suficiente. Ya para ese momento me llevaba su cámara a escondidas a conciertos y después ya cuando vio que me interesaba de verdad, me la prestaba sin problema. El tema de cuidarlas es que siempre fueron chiches caros, así que no había mucha certeza en que un pibe adolescente la iba a cuidar, ¿me explico? Después fui a la facu, al IUPA. Ahí aprendí un poco más del relato creativo a partir de romper reglas. Es algo que ya sabía e incluso hacía pero que nunca había teorizado, así que ponerle un nombre a las cosas siento que me dio muchas herramientas.

Mis influencias al momento de sacar fotos nunca las tuve claras, sé que me influencian mucho mis amigas y amigos, la mayoría son artistas de otras disciplinas de las cuales aprendo mucho con y de ellos.
Me inspira mucho el sur. Por eso siempre busco laburar con gente sureña. Me inspira muchísimo la música, me cuesta no ver canciones en las fotos. También me convoca tener búsquedas. Ponerme alguna meta en plan: “bueno, me gustaría poder contar algo de acá a septiembre”, ponele. Ahora por ejemplo estoy armando una expo que hable de la identidad marrón, sobre el racismo en Argentina y la negación que hay sobre el tema. Esto mismo lo traigo hace unos años pero no lo quiero apurar.

En cuánto a mi proceso, siempre varía. No me gusta hacer nada así nomás y sin embargo simplemente "hago". Al menos al día de hoy es así, me gusta meterme de lleno en las fotos pero al momento de tomarlas ya no pienso tanto en por qué es que las tomo como lo hago, es algo ya incorporado. Si le doy cabeza surge toda esa data pero no hacerlo me da espacio a pensar en otros aspectos que componen una foto. Y en cuanto a búsqueda, le saco fotos a todo lo que me llama la atención. Si me llamó la atención, siempre que se las muestro a alguien me remarca algo que yo no noté y esa es una de las reacciones que más me convocan de esto. Compartir.
El ojo no sé si se deja de entrenar, siempre estoy mirando. Creo que hay una foto para todo. Imaginar que saqué una foto creo que vale.

Creo que el lugar que habito siempre tuvo que ver con lo que escribo y con lo que retrato. Pero más con lo que escribo. La verdad no pensé que iba a estar tantos años en La Plata y eso también me da pie a escribir de lo mismo ya que también extraño mucho la cordi y ahí ya hay más material y como quien no quiere la cosa encontrás un montón de cosas sobre las que hablar, escribir o pensar.

Si la pregunta se refiere a los lugares donde he expuesto mis obras, influye en el sentido de que me gusta 'blendearme' en el espacio a intervenir. Que sea más bien un "me amoldé al lugar" ya sea respetando alguna planta y armando la expo alrededor de la misma o distribuir los cuadros de formas menos convencionales, ponele. Me gusta el carácter de no llamar la atención pero aún así siendo consciente de que tengo que exponer lo que hago porque siento que ya me guardo mucho las cosas que hago. Algo tiene que salir y encuentro esa comodidad en la fotografía acompañada de escritos/intervenida.

Share This