¿Chequeaste?, ¿chequeasteeeee?, resuena en el Auditorio Tilo Rajneri, la helada noche del miércoles 23 de agosto en el marco del Festival Nacional de Teatro que organizan la Fundación Cultural Patagonia y el IUPA.
Y si, Andrés Caminos y Gadiel Sztryk, de Los Sutottos chequearon bastante todo. Lo vienen haciendo desde hace más de 18 años.
Resuena en el encuentro con estos dos grandes, aunque así no se muestran, aunque así no buscan aparentarlo, pues no es apariencia sino solvencia la que transmiten, decimos, resuenan palabras y decisiones no casuales.
Llegaron al lugar que ahora vamos a compartir con ustedes, gracias a la disciplina, a la constancia, a la toma de decisiones conscientes, a la autocrítica. Cuestiones que a veces a los y las artistas se les señalan como faltantes. Junto a ellos desentrañamos esos prejuicios y alimentamos la posibilidad de que otros y otras también lleguen.
Acerca de “Inestable”
“Fuimos construyendo un lenguaje, que está lleno de subjetividades, de detalles, de la combinación de ambos, lo primero en ‘Inestable’ era poder hablar del miedo”, Andrés se encarga de subrayar esta última palabra con su cuerpo y su voz de actor y director.
“Queríamos que estuvieran sentados ahí todos los miedos juntos, pero para eso no importaba quiénes eran los o las que los contaban sino qué les pasaba. No importaba el vínculo entre ellos, si eran hombres o mujeres, si estaban ubicados en un momento de la historia. Importa el miedo que tienen.
El miedo existencial que atraviesa a todos y todas, hay una intención de mostrar algo de ese sentimiento en escena y que cada uno haga lo que quiera con eso”, delimita Gadiel, también director y actor, all in one.
Mili: ¿La reacción de la audiencia es siempre así de explosiva como en este Festival?
Gadiel: ¡Si! Y es muy loco porque la hicimos 8 años en Buenos Aires, en España, en Bolivia, en Uruguay, fue a distintos lugares de Argentina.
Mili: Para llegar a esos miedos, ¿qué tuvieron que atravesar ustedes, a nivel personal y profesional?
Andrés: Yo hice y sigo haciendo terapia, todos tenemos miedo y simplemente son cosas que se transforman y se modifican cuando uno está creando algo, que nos pasan.
Gadiel: Si, se nutre de cosas que pasamos nosotros, y qué vemos qué les pasan a los demás, porque en la obra ves exageraciones de experiencias nuestras, o que se nos ocurrieron e inventamos. Todo nace de la experiencia.
Andrés: en la creación de un espectáculo hablás con un psicólogo, hablás con un psiquiatra, lees una novela, ves una película, mirás un cuadro y pensás y charlás de eso con la gente amiga. La creación de una obra nos lleva, más o menos, un año.
¿La fantasía como privilegio extendido?
Mili: ¿Cómo deciden habitar la fantasía desde la profesión que eligen?
Gadiel: La fantasía ocupa una gran parte del trabajo que hacemos, pero vivimos en este mundo, con las reglas que tiene. Entonces, tenemos una visión idealizada del trabajo cuando la tenemos que tener, pero hay momentos que no. Porque los procesos, sobre todo en un trabajo constante como el que venimos haciendo, a veces uno está más conectado con eso, que es muy placentero, y hay veces que se está menos conectado. Sin embargo la constancia, la disciplina, insistir en algo, hace que la distancia se acorte para poder llegar al momento de la fantasía.
Andrés: En nuestros seminarios -como el que dimos en IUPA- planteamos, o al menos eso parece (subraya levantando los ojos), algo tiene que ver con la idea principal del juego. Pero (y repite), pero, cuando uno dice juego pareciera que lo primero que aparece es el placer y el disfrute, que en principio sí, pero también son necesarias las reglas para jugar. Hay que comprenderlas, hay que estar de acuerdo con quien vas a jugar.
Mili: La negociación digamos.
Gadiel: También con el público, que acepta y juega las reglas que le venimos a plantear y de ahí se puede armar esa comunión, que es el teatro.
Andrés: Que tiene límites, como las canchas. Ahí adentro se puede jugar a un montón de cosas, y si te vas de la cancha no jugás más.
“La constancia, la disciplina, insistir en algo, hace que la distancia se acorte para poder llegar al momento de la fantasía.”
Gadiel Sztryk / Los Sutottos
Cómo volverse una compañía independiente, vivir para contarlo y replicarlo
Andrés: Es complejo, dependés de algunas variables, la constancia, aunque suene reiterativo, es algo importante. Después hay que poder encontrar algún lugar de placer dentro de eso, para poder hacerlo. Porque si es demasiado difícil, va a ser difícil de hacer. Generar el espacio grupal para que eso sea posible. Es decir, que las reglas sean más o menos las mismas para poder jugar. Eso ayuda a que nosotros después de tanto tiempo, por supuesto que tenemos conflictos y hay cosas que no estamos de acuerdo, o nos sale algo mejor o peor de lo que pensamos. En el balance, la pasamos bien.
Sobre todo defendemos un lugar, un espacio donde podemos decir un montón de cosas, claramente porque fuimos nosotros quienes lo generamos así. Y también alimenta el sentido de pertenencia con lo que creamos.
Mili: ¿Esta sinergia cuántos años tiene?
Gadiel: Casi 18, nos conocimos en un taller de teatro a los 14/15 años, y ahí empezamos a armar cosas, íbamos a los bares, mostrábamos. ´Inestable´ es el octavo espectáculo que tenemos.
Andrés: Esa es otra cosa buena para pensar en cómo funciona una compañía, que es ir de a poco.
Gadiel: Y el lenguaje creció con los años y los espectáculos, y eso que pasa en la sala tiene que ver con todo el trabajo y las horas de ensayo que tienen para atrás el resto de las obras. Por una cuestión de insistencia (ambos ríen)
Andrés: Siempre y cuando tengas ganas de aprender y corregir.
Les pregunto: ¿se puede vivir del teatro independiente?. Sin dudarlo y al unísono responden que sí, dejando en claro que dan clases, hacen espectáculos por fuera de esta compañía, filman, se van de gira. “Hay épocas que son mejores y otras en las que hay menos trabajo”.
“También lo que nos pasa y que la profesión tiene es la inestabilidad. Hay que gestionarse el dinero, hay que gestionar la cabeza para no pensar que ya está se terminó todo cuando no va gente al teatro, y ponerse a laburar más la producción. En el recorrido es algo que sí puede ser difícil”.
¿Estudiar, graduarse?
Gadiel: La respuesta es sí y no. Podríamos no haber terminado la carrera universitaria, pero es mejor hacerlo. Porque la carrera académica está buena, porque ese espacio hay que sostenerlo y la manera de sostenerlo, es que todos, como podamos, la terminemos.
Ambos estudiaron en la Universidad Nacional de las Artes (UNA) en Capital Federal, además por fuera de eso hicieron canto, música, se fueron un rato y se siguieron formando afuera también de la universidad.
Gadiel: La carrera no la hicimos juntos, y eso estuvo bueno porque íbamos compartiendo las experiencias que eran distintas.
Andrés: El estudio universitario genera un vínculo con la actividad, en donde uno entiende que hay que trabajar para crear y que es una tarea a la que hay que dedicarse con mucha seriedad (a pesar de que nuestros espectáculos sean cómicos). Los espacios de formación generan comunidad, crean redes y también te llevan a defender la actividad que hacés.
“El estudio universitario genera un vínculo con la actividad, en donde uno entiende que hay que trabajar para crear y que es una tarea a la que hay que dedicarse con mucha seriedad (a pesar de que nuestros espectáculos sean cómicos). Los espacios de formación generan comunidad, crean redes y también te llevan a defender la actividad que hacés.”
Andrés Caminos / Los Suttotos
De gira por la Luna llamada Sur
Gadiel: Nosotros salimos de Buenos Aires, fundamentalmente porque se trata de un deseo, una necesidad nuestra, de siempre, (agrego intrínseca), de ir a presentar nuestras obras a otros lugares que no sea Capital Federal. De hecho empezamos acá, en el Circuito de la Hormiga Circular, que fueron los primeros en darnos un lugar para hacer nuestra primera gira.
Andrés: Fue un aprendizaje enorme, fue maravilloso. Como si hoy nos dijeran: “te vas de gira a la Luna”, el nivel de sorpresa fue enorme, nos íbamos de gira, por primera vez, y al Sur.
¿Qué hacen cuando cuelgan el traje de actor y director?
Andrés: ¡Duermo!, me baño, salgo.
Gadiel: Tomo helado, miro la tele.
Todas esas respuestas están cargadas de risas, miradas cómplices y agregan: “como cualquiera que termina de laburar”.
Cuentan que tienen una manera de cerrar la jornada laboral. “Termina la función, siempre hablamos de algunas cosas de ese día, lo hacemos hace muchos años, sobre el espacio, el ritmo, eso queda anotado y en la próxima función lo repasamos, porque ambos somos directores y actores . Es una manera de cuidar el espectáculo”.
Si no pudiste experimentar a Los Sutottos en General Roca, podés seguir su agenda que llena los fines de semana, por ahora, de la cartelera porteña. En breve arrancan de gira por España (nuevamente) y esperan siempre volver a ser invitados a nuestros escenarios, que para Andrés y Gadiel están llenos de cordialidad cultural.
Escrito por:
MILI PUGNI RETA
Colaboradora Revista CUAD