ALEJANDRO CARNEVALE

*MINIBIO

Alejandro Carnevale nació el 4 de junio de 1970, en Córdoba. Estudió Comunicación Social en la Universidad de Córdoba, y fotografía en la Escuela de Arte. Vive en Río Negro desde hace más de veinte años. Es jefe de fotografía del Diario Río Negro y ha expuesto sus fotos en muestras organizadas en Río Negro y Neuquén.

Los paisajes no pueden modificarse, están ahí. Pero necesitás buscarle algo para transmitir. Y eso, está en la luz del día.
Alejandro Carnevale / Fotografo

– ¿Qué diferencia hay entre hacer fotos periodísticas y de naturaleza?

-Yo vengo de la fotografía de prensa, de fotografiar hechos, acontecimientos, entrevistas, en los que la inmediatez cuenta, sobre todo en este momento de la prensa, en el que la inmediatez es fundamental, en el que los tiempos son más cortos. Hace algunos años descubrí que hacer fotografía de naturaleza, y de fauna, era una forma de disfrutar la fotografía desde otro lado. Por un lado tenía la rapidez y la inmediatez de la prensa, y por el otro lado la naturaleza y la fauna, que requieren más tiempo, más concentración, mucha más tranquilidad. Es como bajar un cambio. Yo diferencio la fauna de los paisajes. 

-¿En qué sentido?

-Los paisajes no pueden modificarse, están ahí. Pero necesitás buscarle algo para transmitir. Y eso, está en la luz del día. A mí me gustan mucho, y por eso están presentes en el 90, 95% de mi fotografía, las nubes. Las nubes son algo único que se va modificando permanentemente y yo trato de que forme una parte muy importante de mi fotografía, que transmitan. Las nubes están en permanente cambio. No hay una nube que se repita de la misma forma. Los vientos, los movimientos, las distintas clases de nubes hacen que el mismo paisaje se transforme, y transforman la iluminación. Trato de buscar ese cambio en una naturaleza fija, que está ahí. Busco la transformación a partir de la luz que entra y de las nubes que se transforman permanentemente.

Lo que ocurre con la fauna es muy parecido al momento de retratar acontecimientos en la prensa. Pero,  tenés que conocer, saber, buscar el momento justo. Necesita mucha más concentración que la fotografía de paisaje. En un paisaje, si buscas una iluminación X, te podés sentar tranquilo a esperar la luz. En la fauna no. En cualquier momento hay un movimiento, ocurre algo con el animal; en cualquier momento ves algo distinto que está haciendo. Y lo tenés que conocer porque tenés que saber, por ejemplo, en qué momento comen, qué comen, dónde encontrarlos, qué sonidos hacen, cómo se relacionan con sus pares. Necesitás mucha más concentración. 

-En lo personal, ¿qué diferencia hay entre el trabajo de prensa y el de la naturaleza?

-Fotografiar paisajes me da una paz y una tranquilidad única. Estar disfrutando de un buen lugar, poder plasmarlo y tratar de comunicar algo, es increíble. Yo busco un lugar, me gusta un paisaje, y después me lo imagino con las distintas iluminaciones del día. Muchas veces fotografié lugares sin nubes y luego volví en días que habías nubes

-¿Y cómo empezó ésta dedicación?

-Creo que siempre estuve fotografiando a la naturaleza pero que nunca le había prestado atención, hasta que en un momento de mi vida empecé a necesitar esa paz y empecé a tratar de encontrarla y a buscar que esos lugares, una vez que están plasmados en la fotografía, transmitan esa misma paz que yo siento, al que los ve. Yo fotografío porque es una necesidad, como el que escribe tiene esa necesidad, yo lo tengo con la fotografía. Yo me comunico, o necesito comunicarme, con las imágenes.

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