El rol del Estado
Entrevista a Martín Fraile
El rol del Estado
Entrevista a Martín Fraile

Martín Fraile es, además de director de orquesta, secretario de Cultura de la provincia de Río Negro, en la nueva gestión de gobierno de Alberto Weretilneck. Desde ese espacio, Fraile contestó una serie de preguntas de la revista CUAD sobre el panorama cultural de este año, las fiestas populares, y los proyectos para Río Negro.

-Hay algo de osado en haber aceptado el cargo de secretario de Cultura, no por la gestión de Weretilneck, sino por los tiempos de crisis que corren. ¿Qué desafío te implica  estar al frente de una secretaría que se las va a tener que ver seguramente con menos recursos?

-La audacia o el atrevimiento quizá no se encuentra en el cargo sino en lo que esperamos poder hacer en la secretaría de Cultura de la provincia. Hablo en plural porque somos un grupo de personas que tiene una mirada en común acerca de cómo transformar el ecosistema de conservación y producción cultural en Río Negro. El escenario es indudablemente de crisis, con menos recursos en todo el sistema tanto público como privado.

-¿Es posible una cultura con menos recursos? ¿Cuál es el modelo ideal al que aspira?

-La cuestión de los recursos es indudablemente algo central y afecta a todos los organismos del Estado. En el caso de la Secretaría de Cultura de la provincia el panorama se agudiza en función de la enorme deuda contraída durante la gestión anterior. Son más de 290 millones de pesos que tenemos que pagar y que no nos permite hacer muchos movimientos. De todas formas, hay cultura con muchos o pocos recursos. Lo que se pone en juego aquí es la intervención del Estado en los procesos culturales. Si entendemos que la política cultural es un tipo de intervención social que puede lograr transformaciones del tejido social, la cultura tiene mucho que aportar a la hora de pensar el desarrollo de un país en crisis.

La cultura tiene mucho que aportar a la hora de pensar el desarrollo de un país en crisis.

Martín Fraile – Secretario de Cultura de la provincia de Río Negro

-El presidente Javier Milei, en su campaña primero y en las acciones de estos días, se ha manifestado en contra de los subsidios del Estado para la Cultura. Vale recordar que sus Bases incluían el cierre del Instituto Nacional del Teatro, recortar el Incaa, etc. Usted, que ha estado en Europa y tiene experiencia afuera, ¿cómo cree que debe ser la relación Estado – Cultura? ¿Puede haber cultura sin Estado? Y si no es así, ¿qué habría que repensar en esa relación?

– Todas las sociedades destinan y han destinado recursos y personas para el desarrollo de la cultura porque se reconoce el valor fundamental que tiene en la construcción de una identidad, de una pertenencia a la comunidad. En ese sentido, la intervención del Estado puede promover la diversidad y pluralidad de voces, promover una construcción en la que no solo se expresen los que tienen poder. El Estado puede funcionar como un regulador del poder, como generador de cohesión social y de bienestar. La participación del Estado a través de agencias públicas que financian la actividad o de leyes de mecenazgo que permiten una participación del sector privado en la actividad tienen pros y contras. Creo que una cuestión central pasa por la transparencia en la gestión de los recursos y de vías administrativas y de comunicación que efectivamente permitan el acceso a fondos públicos. Que una Secretaría de Cultura tenga presupuesto no garantiza nada de nada. Los organismos públicos como el INT, INCAA, INAMU y FNA, si bien podemos cuestionar cuestiones puntuales, son organismos muy positivos para todo el ecosistema cultural.

Creo que muchas provincias y municipios tienen bastante claro, a pesar de sus diferencias políticas, qué puede hacer el estado para desarrollar la gestión cultural. Este gobierno nacional pareciera no tenerlo tan claro pero tampoco me parece que los gobiernos anteriores hayan sido clarividentes.

Creo que una cuestión central pasa por la transparencia en la gestión de los recursos y de vías administrativas y de comunicación que efectivamente permitan el acceso a fondos públicos.

Martín Fraile – Secretario de Cultura de la provincia de Río Negro

-Un capítulo interesante de este nuevo período que ha puesto todo en discusión es el de las Fiestas Populares. En Río Negro se han hecho algunas y otras, como la de la Manzana, se suspendieron. ¿Qué opina de las Fiestas Populares? ¿Deberían hacerse para sostener el encuentro y la identidad popular y reivindicar alguna actividad que celebre?

-Las fiestas populares tenían como objeto el festejo de actividades identitarias de una región o de una comunidad. Muchas de ellas no nacieron organizadas por el Estado si no que efectivamente eran fiestas populares porque las llevaban adelante organizaciones populares. Colectivos semejantes son los que han construido bibliotecas, museos y teatros en nuestra provincia. La intervención del Estado por un lado transformó esas fiestas en espectáculos que en muchos casos desvirtuaron la historia de esos festejos y desplazó a las organizaciones que les habían dado origen. Por otro lado, la participación del Estado les dio mucha visibilidad y movilizó la economía local a partir de una circulación enorme de personas. Creo que hay modelos intermedios, como lo que se hizo con la Fiesta de la Pera en Allen, que contó con una gran número de artistas, en su mayoría locales y regionales y contó con una gran cantidad de asistentes. Creo que los colectivos e instituciones sociales deben volver a formar parte de la organización de estas fiestas. Desde el Estado debemos promover esto.

Creo que los colectivos e instituciones sociales deben volver a formar parte de la organización de estas fiestas populares.

Martín Fraile – Secretario de Cultura de la provincia de Río Negro

-Dentro de este panorama de crisis, ¿cuáles son tus proyectos para la cultura 2024 en Río Negro?

– La Secretaría de Cultura tiene como misión fundamental la promoción de expresiones culturales diversas en un entorno facilitador que anime a individuos y colectivos sociales a crear, producir, difundir, distribuir y tener acceso a sus propias expresiones culturales así como la de otras regiones. Para lograr ese objetivo se requiere de políticas públicas estratégicamente diseñadas y dirigidas a promover la diversidad de las expresiones culturales que se originan en nuestro territorio a través de acuerdos y estrategias de cooperación que combinen las dimensiones comercial y cultural.

Las cuatro líneas principales a seguir son las siguientes. Adoptar e implementar políticas para la promoción de las expresiones culturales dentro de su territorio, con base en procesos transparentes y participativos. Facilitar el acceso equitativo, la apertura y el equilibrio en el flujo de los bienes y servicios culturales y el movimiento de artistas y profesionales de la cultura.Identificar y promover la complementariedad de los aspectos económicos y culturales a través de la creación, producción, distribución y acceso a diversos bienes y servicios culturales que garanticen la sostenibilidad económica y social de las acciones. Reconocer el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales de expresión, información y comunicación como fundamentos para la creación y distribución de expresiones culturales diversas.

-Si los argentinos pudiéramos salir de la dicotomía eterna, ¿por dónde debería pasar la discusión para llegar a un acuerdo sobre la cultura?

-No sé si estoy de acuerdo con que hay solo dos opciones posibles. Tampoco estoy muy seguro de que tengamos que ponernos de acuerdo acerca de la cultura. Sobre lo que sí tengo certezas es que el acceso a la Educación es el camino a seguir. Y cuando me refiero a Educación incluyo allí y con una fuerte presencia a las expresiones artísticas. Que la escuela sea pública y gratuita evidentemente no alcanza. 

Escrito por:

VERONICA BONACCHI

Jefa de Redacción Revista CUAD

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