La actriz y modelo hizo hace algunos años una serie de cortos a pedido de Robert Redford que se transformaron en un éxito. “Green porno”, Seduce me " y "Mammas " muestran un costado tan educativo como divertido del mundo animal. Y de nosotros mismos.

La seducción, a veces tan atrapada en las redes sociales, tuvo y tiene vida propia en la naturaleza, excedió siempre el lugar de las pantallas. Isabella Rossellini, la hija de la actriz sueca Ingrid Bergman y del cineasta italiano Roberto Rossellini, actriz y modelo ella, contó, con disfraces extravagantes y escenarios caricaturescos, una cara poco frecuentada de la seducción: la del mundo animal.

La colección de cortos, imperdibles todos en ese tono entre onírico e intrigante que tienen, está disponible en la plataforma de streaming Mubi e incluye “Green porno”, que aborda la vida sexual animal, “Seduce me”, que explora el cortejo animal, y “Mammas”, que muestra la maternidad en el reino animal-.

Hay información pura y dura sobre la biología animal, pero todo bajo una mirada perspicaz, juguetona, ingeniosa y con una estética creativa y detallista al mejor estilo Wes Anderson. Por momentos, es un mundo de cartulinas y materiales escolares de disfraces y ornamentos, pero puestos ahí, en esos cortos, se transforman en el ecosistema de estos animales e insectos, que se cortejan y aparean. Al sumergirse en el apestoso mundo de los animales (¿a alguien se le antoja un poco de sexo sadomasoquista con un cangrejo?), los micro cortometrajes de Rossellini desbordan ingenio visual y humor irreverente mientras resultan impresionantemente educativos.

No son nuevos. En verdad se trata de una serie de trabajos que Isabella ideó a pedido del actor y director Robert Redford. En 2008, el Sundance Channel, el canal que depende del Festival de Sundance, creado justamente por Redford, buscaba financiar proyectos bajo el formato de cortos que traten sobre cuestiones ambientales. Entonces Redford tuvo la idea de hacer una serie, convencido de que internet y YouTube (que en esa época estaba recién abriéndose camino) eran la oportunidad para relanzar un género relegado: el corto cinematográfico. Así fue como nacieron estos trabajos.

Y ahí está Isabella, la icónica actriz de “Terciopelo azul”, divirtiéndose seguramente y enseñándonos, de una manera tan inteligente como novedosa, sobre patos, delfines, abejas, crustáceos, tigres y demás. Ahí está, enfundada en disfraces de apariencia artesanal para convertirse en una vengativa araña hembra o un serpenteante gusanito, conviviendo con los abrazos con veinte brazos de los calamares hasta con las orgías de las anchoas. Ahí está, diciéndonos que la seducción es tan humanamente animal o viceversa.

Disfrazada, convertida en un animal deseante, seductor, protector, Isabella da la mejor clase de biología.