Acá y allá, en los recovecos o en los territorios bastos, hay historias que contar y cosas que hacer y a nosotros nos gustan esas historias, nos interesa cómo se cuentan, cómo se hacen las cosas. Qué es lo importante, lo que deslumbra, lo que entretiene, lo que decora quizás cada lugar, para poder compartirlo e ir armando juntos un relato federal de nuestra Argentina.

La construcción de “Relatos federales” o narrativas federales es un concepto que fuimos acuñando en CUAD y que nos gusta alimentar permanentemente y se trata de los rasgos nativos que reflejan los contenidos de divulgación de los confines de la Argentina. Aquellos que no se producen en la gran ciudad y que construyen un relato federal, que hablan de lo que sucede más allá de la General Paz.

Es que a veces las cosas funcionan de modo que la palabra que vale es sólo la que sale de los medios masivos, la opinión que cuenta o legitima es la de la crítica especializada, o que el talento está en la calle Corrientes.

Hay riqueza y potencia distintiva en la fuerza creativa y productiva que encuentra sus propias maneras de ver la luz y da su espectáculo para un público que sin ningún ánimo de ser exclusivo, lejos está de lo masivo.