COLECCIONES
Habitar el lugar que habitamos es mucho más que pisar la tierra firme -o frágil- que hay bajo los pies. Es, todo el placer y el displacer también que nos rodea; la historia, sus aciertos y sus errores (y sus horrores); la música, la manera de comunicarnos y de expresarnos; lo que nos gusta y lo que nos duele; lo que extrañamos cuando estamos lejos; lo que añoramos aún cerca.
En esta edición de Cuad, ese territorio toma la forma de una enorme diversidad de expresiones. La música, por ejemplo, que en este caso nos acompaña desde el genial libro que escribió MartÃn Liut, en el que analiza lo que fuimos , lo que somos y lo que queremos ser a través de las canciones que nos cuentan, pero que también nos celebran o critican como paÃs. El libro se llama “El paÃs de las canciones” y es una maravilla para leer (y escucharnos).
También el cine nos cuenta y les cuenta a todos los públicos del mundo esa argentinidad que nos define (para bien y para mal). Pablo de Dios traza con precisión, humor y sabidurÃa, “Algunas hipótesis sobre el éxito” que cosecha nuestro cine.Â
Pero el lugar que habitamos a veces toma otras formas. Es el paÃs, pero es también la casa, y el espacio público que la rodea, esa manera que tenemos de entablar nexos o de clausurarlos, con rejas, con paredes cada vez más altas que dejan a espaldas de lo que ocurre en la calle. Por eso, como propuesta de lectura, este mes les compartimos El afuera, un libro de la escritora Margarita GarcÃa Robayo que, con la excusa de la pandemia y la crianza de sus niños en esa época, posa su mirada en ese encierro que justificó la llegada del Covid pero que ya venÃa de mucho antes y que nos ha vuelto temerosos a ese “afuera” que vivimos como amenaza y que cada vez se nos vuelve más ajeno
La pertenencia a un territorio es también historia no familiar, aunque ese origen resulte lejano. Por eso elegimos la mirada tan amorosa como conmovedora de “Un dolor real”, esa pelÃcula de apariencia sencilla en la que dos primos viajan a Polonia, el lugar en el que nació su abuela (que acaba de morir), y de donde huyó con su familia ante la llegada del horror nazi. El territorio es también parte del ADN
El territorio se lleva adonde uno vaya, y quizás por eso, la banda Fin del mundo, un cuarteto formado por dos patagónicas y dos porteñas, logra un sonido inspirado en los paisajes desérticos, en la tierra arisca de estos lares.
Esta es una edición sin fechas de vencimiento..Â
Pero sabemos que todos estamos conectados, enchufados a la conversación cotidiana, a ese mundo que también es territorio aunque sea virtual, y por eso, acá está: Adolescencia, la serie del momento, de Netflix, que muestra lo que se cuece en las redes (mejor dicho, lo peor de lo que se cuece en las redes, con su violencia machista exacerbada) mientras creemos que por estar adentro estamos protegidos.
Hay mucho para leer
No hay apuro: este territorio de lecturas queda cerca.
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