> MIRADAS
Agnes Varda y el arte de recolectar
El pus del diablo
Don Quijote: amor, alegría y entrega
La artista que escuchaba los colores
El caos del decir
John Cage: El silencio como partitura
Quedarme esperando
Se nos pasó el agua
Un secreto ensordecedor
El jardín del Edén: El destierro del sujeto
Un boleto de ida
La Valenti: el corazón acústico del Sur
La sencillez conmovedora de “Como si pasara un tren”
Clara Balduzzi, la música que eleva
caminos sin destino, vidas sin retorno
La maleta de Centelles
La extranjera que escribía en la “lengua enemiga”
Matías Laborde: el pulso de un legado
Solos en el mundo
Telegramas urgentes para la soledad
La soledad: ¿enigma o estigma?
La soledad de estar conectados todo el tiempo
Lorraine Green: observar para des-cubrir
Diseñar a Tita
Trágicamente hermosas
Nora Ephron: cosas de valientes
El sonido del territorio
Belleza en el ruido, el error y la distorsión
La estética de la melancolía en tiempo de uniformes
“Cónclave”, un thriller de fumata negra
La carretera: apocalipsis now
Adolescencia
Un dolor real
Vivir afuera
Ojos de videotape
Las canciones de la Argentina
La vejez
Cerebro podrido
Pulsión Vital
Fin del mundo
Sólo los graciosos
A consumir que se acaba el mundo
Cambio de humor
La inteligencia artificial ataca el arte
Selfies a un euro para el ego y para Dios
El Ballet de FCP ante su mayor desafío
Las clases de seducción “animal” de Isabella Rossellini
Una voz que sale del Sur
LA CHACRA Y SU LEGADO
El extremo ante la muerte
Pinta tu infierno
Donde la radio es un tesoro
Un antes y un después
¿ES UN SUEÑO SER BAILARINA?
El bandoneón que rompe los moldes
¿La Generación X salvará al mundo del trabajo?
Salvaje Sur
El tiempo muerto
AFUERA
El hilo frio del tiempo
Mnemosine y los pasillos de la memoria
¿UN LAPSO, O UN COLAPSO?
La felicidad en tiempo imperfecto
Quedate donde el tiempo dure más
La llamada. Un retrato
Gestión Cultural en la Patagonia
¿Cómo debería sostener el Estado a la cultura?
El rol del Estado
¿La gente siempre apoya a sus artistas?
Testimonio de lo propio
¿Por qué hay algo donde no debería haber nada?
Belleza en lo natural
¿Cultura y Estado asuntos separados?
Foco salvaje
Los tiempos de la naturaleza
El territorio como paisaje
Quimhue, o la odisea de un librero
El goce ilimitado
Drama vs. “Dramón”
VOLVÉ HIPSTER, NO TE ENOJÉ
El éxito en lo colectivo
El éxito y su contracara, el fracaso.
El éxito entre “nubes pasajeras”
El hombre invisible
La potencia del vacío
La realidad paralela:
Los hilos invisibles
La fantasía es el combustible de los días
La imaginación desoladora
Juguemos con reglas
El valle minimalista
Menos es más
El arte de decir, sin hablar
El teatro patagónico tiene quien lo escriba
Hacer, pensar, aprender y disfrutar
La calma
La falsa Felicidad
Sacrificios
Otro gran capitulo
Yeka
El arte de transformar el sacrificio en algo sagrado
El sacrificio de la vocación
Maria de Buenos Aires
¿Sacrificio o inmediatez?
La burbuja de Paloma Herrera
El arte (marcial) de Carolina Kleine Samson
El arte en lo cotidiano
Mauricio Kartun y la maquinaria teatral
La mala fama del aburrimiento
Escribir para encontrarse
La mirada especular y la soledad, sin Otro
La historia que se lleva en el ADN
Arte en la piel
Cantar con el cuerpo
Sanar: el poder olvidado
La danza es visceral
Retrato de la artista que mudo de piel y de ciudad
El arte es un medio para suspender la realidad
Cómo y por qué poner en valor al territorio
Homenaje a la nostalgia
Suena la percusión del mundo
La casa rosada de la esquina
El verde entró a casa
Ochenta y cinco Venados, un reto espiritual
Sentidos alterados
La mujer no existe
Mover hacia la ternura
Lleno de ruido y dolor
LA MIRADA QUE SE ENTRENA
El escenario es un lugar de peligro
Cuando lo marginal se vuelve centro
Yoga & Música
